Con la primavera entramos en una época en la que el buen tiempo hace su aparición y con él se alargan los días y apetece más salir y disfrutar del clima, pero también es un momento en el que se producen una serie de cambios que pueden afectar el estado de ánimo de los más pequeños.
Hay algunos que acusarán la primavera poniéndose más nerviosos mientras que otros entran en una especie de apatía.
En todo este proceso el factor de la alimentación es muy importante, es la gasolina que va a poner en marcha el organismo de los niños aportándoles todo lo que necesitan.