Hay niños altos, bajitos, de tamaño medio… El hecho de que uno sea más alto que otro está determinado en gran medida por la herencia genética y esto es algo que no cambia fácilmente. Pero no hay que desdeñar el valor que tiene la alimentación en el proceso de crecimiento infantil.
Comer mucho no va a hacer que un niño más bien bajo llegue a ser un Gasol pero si ese mismo niño no se alimenta bien y tiene carencias nutricionales seguramente se quede más bajo de lo que debería.
Por eso hay que prestar especial atención a la dieta de los más pequeños de la casa.