La obesidad infantil es uno de los trastornos más habituales que padecen los niños hoy en día. Sus consecuencias son tan importantes, tanto a nivel físico como psicológico, que los padres deben poner los medios necesarios para intentar reconducir los malos hábitos alimenticios de su hijo y evitar que se ponga encima kilos de más.
El sobrepeso de un niño se debe, sobretodo, a que a lo largo de sus pocos años de vida ha ido adquiriendo malos hábitos alimenticios, contra los que los padres deben luchar.
Algunos consejos importantes a tener en cuenta, en este sentido, son:
– Vigilar que el niño no trague la comida sin haberla masticado bien
– Evitar que coma mirando la televisión, lo que le distraerá y hará que coma mucho más sin darse cuenta.
– Estimular al niño para que haga ejercicio físico. De esta manera, no acumulará grasas.
– Diseñar una dieta adecuada a la edad del niño, en la que primen platos asados, al vapor o hervidos, y una buena cantidad de frutas y verduras. Hay que evitar tanto como se pueda el exceso de azúcar blanca, sal y harinas en los platos.
– No dejar comida al alcance de los niños, ni chucherías. Incluso, cuando se sirva la comida, hay que ponerle en el plato una ración normal, por muchas hambre que diga tener. Siempre hay tiempo de que repita un poco más.
– Establecer unos horarios estables para las comidas