El agua es muy importante para los niños, ya que tienen mucha actividad al día y por ello, es necesario que estén bien hidratados. De este modo, los padres tendrán que estar atentos, ya que cuando los niños son muy pequeños y aún no hablan o, no saben pedirla, serán ellos los que controlen qué cantidad bebe y cómo repartirla a lo largo del día.
Y es que, precisamente esa pregunta de “qué cantidad de agua debe beber mi hijo” es la que suelen hacerse a menudo los padres, ya que les preocupa darles agua en exceso o en cambio, quedarse cortos.
Por ello será importante que tengan claras ciertas cuestiones para saber cómo actuar.