Tras el parto, especialmente en las primeras semanas, algunas mujeres tienen sobreproducción de leche, es decir, su cuerpo fabrica más leche de la que su bebé puede tomar. Esto puede provocar problemas tanto para la madre como para el bebé, ya que en el caso de la mujer, el exceso de leche retenida aumenta la posibilidad de sufrir grietas y mastitis.
En cuanto al bebé, tanta leche acumulada en el pecho, puede hacer que se atragante, ya que quizás la bajada de la leche sea demasiado fuerte para lo que el pequeño puede tomar.
Sin embargo, es importante que la mamá se mantenga tranquila, ya que, hay soluciones y consejos que le servirán para acabar con este problema.