Con la llegada del verano, y la subida de temperaturas, es normal que aparezcan los insectos. Y la alegría del calor se puede transformar en un verdadero dolor de cabeza cuando estos pequeños animalitos pican a nuestros hijos.
Hay que tener en cuenta que los insectos pueden transmitir enfermedades e, incluso, provocar alergias en algunos niños.
Por lo tanto, es importante que sepamos proteger a los bebés de su picadura.