La utilización de signos para comunicarse con los bebés puede resultar una herramienta muy útil. Y es que, desde los seis meses aproximadamente, los pequeños ya empiezan a mover sus manos, demostrando así lo que quieren, lo que necesitan o desean, aunque la gran mayoría hasta los diez o catorce meses no suele empezar a responder a esta forma de comunicación gestual.
Pero, sin duda, este tema plantea muchas preguntas a los padres tales como si es positivo o no, si hará que su bebé hable más tarde, si no será beneficioso para su desarrollo… éstas y otras preguntas tienen explicación.