Hasta hace muy pocos años, tener un cáncer de mama era prácticamente una condena de infertilidad, aunque la mujer consiguiera superar de manera completamente positiva su enfermedad.
Afortunadamente, los avances en medicina que se han producido en los últimos tiempos, y la concienciación de la necesidad de una detección precoz de la enfermedad, han conseguido que una mujer con cáncer de mama pueda tener una vida muy normal, y quedarse embarazada sin problemas.