Algunos padres sienten desesperación cuando sus hijos adquieren la costumbre de escaparse de la cuna cada vez que se despiertan y no quieren volver a dormirse solos. Cuando creían que el día había finalizado para el pequeño, éste vuelve a aparecer en escena sin previo aviso.
Desde que son recién nacidos, nuestros hijos pueden presentar dificultad a la hora de dormir solo en su cuna.
Algunos bebés necesitan más del contacto materno para sentirse seguros y no toleran despegarse de los papás. Duermen plácidamente en los brazos maternos y en el momento en que los dejan en la cuna, rompen en llanto hasta que los vuelven a cargar.