Para considerarlo dentro del término normal un embarazo debe durar entre 37 y 42 semanas, entre este periodo de tiempo el bebé puede llegar al mundo sin ningún problema y sin necesitar ayuda externa. Si el embarazo finaliza antes de esas 37 semanas se considera un parto prematuro y, en función de cuánto tiempo antes se produzca, el bebé necesitará una serie de apoyos exteriores para adaptarse a la vida sin problemas.
Son bebés prematuros aproximadamente un 10% de todos los que nacen, cada uno precisará de unas medidas concretas en función de su grado de madurez y de su peso, que en todos los casos suele ser más bajo de lo normal.
Y es que las últimas ocho semanas de embarazo son básicas para el crecimiento del bebé. Es cuando experimenta su mayor crecimiento, llega a adquirir hasta dos tercios del peso total y lo mismo ocurre con sus órganos vitales, en los dos últimos meses alcanzan su total maduración, lo que garantizará que puedan vivir fuera del útero materno sin problemas.