El chupete

Todos los bebés se chupan el dedo por lo menos hasta los ocho meses. Ésto es algo que ya hacen en el vientre materno y a este acto se le denomina “ succión no nutritiva”.En algunas ocasiones, el bebé succiona para alimentarse y en otras lo hace para consolarse y tranquilizarse. La succión de los dedos, el chupete u otros objetos no nutritivos constituye una actividad normal en el desarrollo del niño.

En algunas ocasiones, el bebé succiona para alimentarse y en otras lo hace para consolarse y tranquilizarse.

Aunque el uso del chupete es un tema debatido, casi todas las mujeres de la sociedad actual prefieren que sus bebés usen chupete para calmar el deseo de succión a que se chupen el dedo. De hecho el uso del chupete existe desde tiempos remotos.


Ventajas del chupete


La principal ventaja que tiene el chupete respecto al dedo es que éste puede desaparecer en cualquier momento, ya sea en un margen de tiempo determinado o de forma definitiva. El pulgar del bebé está siempre a mano por lo que el bebé puede llevárselo a la boca en cualquier momento. El inconveniente principal de que se chupe el dedo es que éste no se puede hacer desaparecer como el chupete, lo que dificulta eliminar el hábito de succión. Antiguamente se asociaba los problemas dentales del bebé a la succión del dedo, pero hoy en día se ha comprobado que los efectos del chupete pueden causar los mismos problemas que el pulgar.

La mayoría de los padres prefieren el uso del chupete a que su hijo se chupe el dedo pero lo ideal sería dejar al propio bebé que elija, dándole el chupete si le reconforta más que el dedo. Es importante recalcar que el uso del chupete es saciante y tranquilizador pero no debe recurrirse a su uso siempre que el bebé llore. Si lo hacemos, el bebé relacionará el llanto al chupete y cada vez que lo quiera recurrirá a él. Además, el llanto es la principal forma que tiene el bebé para comunicarse. Por eso, antes de recurrir al chupete, debemos de intentar de averiguar que le ocurre o que necesita, además de probar con otros métodos para calmarlo, como hablarle, acunarle o entretenerlo mediante juegos, cuentos, etc.

El chupete es recomendable que no se le dé al bebé hasta la segunda semana de vida, ya que los primeros días de vida el bebé debe aprender a mamar y la tetina del chupete puede confundirlo. También es bueno esperar estas dos semanas para que no utilice el chupete cono saciante del hambre y pudiendo perder un poco el interés por comer.


Tipos de chupete y cuándo y cómo quitarlo


Existen tres tipos y tamaños de chupete:redondo, simétrico y anatómico. Los padres pueden probar a darle los tres tipos y que sea el bebé el que elija el que más le reconforte.

El uso del chupete debe de estar controlado por los padres, haciéndolo desaparecer sobre el año de edad del niño. Por eso cuando el bebé haya cumplido los ocho o nueve meses de vida, se recomienda que se vaya restringiendo a unos horarios concretos, como la hora de dormir, para facilitar la futura retirada del chupete. Cuando haya llegado el momento de suprimir el chupete hay que intentar que se haga de forma voluntaria por parte del niño. Muchos padres lo hacen de forma radical, provocando un estado de ansiedad y pánico en el niño ya que pierde aquello que le tranquiliza. También hay que evitar enganchar el chupete a la ropa del bebé, a su muñeca o a la cuna, evitando posibles accidentes. Hay que controlar la vida útil del chupete y cambiarlo siempre que sea necesario. Para ello observaremos el caucho del chupete, que se deteriora por la succión del bebé.

El uso del chupete ayudará a relajar al bebé pero jamás debemos de utilizarlo como la solución para todo evitando la dependencia del chupete por parte del niño.