Se suele pensar que es preferible que los bebés duerman con la luz encendida, ya que, muchos padres creen que, al ser tan pequeños y sentirse indefensos, pueden tener miedo a la oscuridad. Por ello, es frecuente que se compren dispositivos que se colocan en los enchufes y dan una leve luz o que directamente se deje encendida alguna luz que esté cerca del pequeño o en otra habitación.
Sin embargo, es una creencia errónea, ya que numerosos especialistas han afirmado que acostumbrar al pequeño desde que es un recién nacido a dormir con alguna luz puede ser realmente un hábito negativo para el pequeño.