Asfixia, tos o dificultad respiratoria son algunos de los síntomas que pueden indicar que un niño ha tragado o inhalado hacia la nariz un objeto extraño. En esos momentos es muy importante mantener la calma y llamar inmediatamente al médico de urgencias o pediatra.
Los niños pequeños, a partir de los 7 meses, son muy curiosos y se esfuerzan por investigar nuevos objetos.
Es normal que cojan todo lo que está a su alcance e intenten introducir los objetos en su boca para experimentar con ellos. Esta acción, es un gran riesgo para la salud del bebé, ya que puede producirse una obstrucción de las vías respiratorias, con consecuencias fatales.