Lloran como si les fuera la vida con el consiguiente desespero de sus padres. Los cólicos son ese momento temido por los padres durante el cual su bebé de pocas semanas llora sin consuelo varias horas seguidas y varios días a la semana. Es una etapa muy dura que pese a ser muy ‘escandalosa’ no lleva aparejada repercusiones posteriores para el bebé.
El resto del día el niño está sano y feliz, crece y toma peso de acuerdo a su edad, pero durante esos ratitos al día es mejor armarse de paciencia y conocer una serie de técnicas y remedios que nos pueden ayudar a calmar a nuestro hijo.
No existe un motivo claro por el cual los bebés tienen cólicos, puede ser porque su aparato digestivo todavía está en proceso de adaptación, porque les sienta mal algún componente de la leche materna o maternizada o simplemente porque es la forma que tienen de ir acoplándose a su nuevo medio ambiente. El caso es que seremos los padres los que deberemos encontrar la mejor fórmula para que la situación sea lo más llevadera posible para ambos.