Por fin ha llegado el momento, nuestro hijo nos dice cuando tiene pipí, pasa horas sin mojar el pañal y le gusta sentarse en el orinal ‘como los mayores’, está listo para quitarle el pañal, ahora toca armarse de paciencia y tener la fregona a mano, por si acaso.
A partir de los dos años la mayoría de niños son capaces de controlar sus esfínteres, algunos un poco antes, otros un poco después, no se trata de obsesionarse con la edad ya que cada uno lleva su propio desarrollo.
Antes de retirar el pañal los padres habrán notado si su hijo está listo, puede que pida pipí, que por las noches no moje el pañal o que tenga curiosidad por utilizar el lavabo. Es bueno incentivar esta primera curiosidad, podemos probar a comprar un orinal o un adaptador para el baño y empezar a sentarlo en él para que haga pipí. Seguramente las primeras veces no haga nada o puede que desde el principio empiece a utilizarlo sin problema.