Pocos padres pueden sentirse satisfechos si ven a sus hijos convertidos en unos adolescentes consumistas con baja capacidad para responsabilizarse de sus obligaciones, sin embargo, desafortunadamente es un suceso más que habitual en la sociedad en la que vivimos.
Como padres, no solo debemos alimentar, vestir y llevar al colegio a nuestros hijos, sino ser capaces de transmitir los valores necesarios para que desarrollen una personalidad madura con la que desenvolverse adecuadamente en la edad adulta.
El consumismo, la dificultad para administrarse el dinero, para ahorrar o para esforzarse en la consecución de ingresos, pueden ser grandes obstáculos en el futuro de un niño.