El lenguaje distingue a los seres humanos del resto de especies del planeta y como tal es una capacidad que se desarrolla poco a poco tras el nacimiento. Pero precisamente por ser una capacidad humana necesita de la interacción con el resto de personas para desarrollarse, comprobado está que un bebé que no recibe estímulos verbales ni ha oído hablar en su vida no va a desarrollar el lenguaje.
Por eso es tan importante empezar a comunicarnos con el bebé desde que nace.
Físicamente no va a estar preparado para hablar hasta que su maduración y sus órganos vocales lo permitan, pero esto no significa que no podamos empezar a ‘entrenar’ con él y a hacer que se acostumbre al lenguaje.