La curiosidad es un rasgo característico del ser humano, es lo que le hace avanzar. Las preguntas requieren un proceso de búsqueda de respuestas y es esa búsqueda la que permite el avance en todos los ámbitos de desarrollo.
Como rasgo innato se empieza a manifestar a muy temprana edad, pasa muy poco tiempo desde que un niño empieza a hablar hasta que comienza a hacer preguntas.
Previo a los porqués hay ya un primer aviso de esa necesidad de saber y aprender que define a las personas. Suele ser un ¿qué haces? o ¿qué es esto? Estas preguntas se hacen entre los 2 y los 3 años. Pero en cuanto el niño adquiere la conciencia de que las cosas no suceden porque sí, sino que hay algo que las provoca y que él forma parte de todo esto, a estas sencillas preguntas se suman los por qué.