Cada niño sigue su propio ritmo evolutivo, algunos aprenden a hablar antes, otros después, y esto no tiene por qué indicar ninguna anomalía. Aun así hay una serie de pistas que pueden ayudar a identificar a los padres si su hijo sufre algún retraso en esta área.
Habría que estar a atento si entre los 12 y 15 meses el niño no es capaz de decir mamá y otra serie de palabras simples, aunque sea de forma poco clara.
A los 18 meses debe ser capaz de entender palabras y órdenes sencillas. A partir de los tres años debe expresarse con oraciones breves y a partir de los cuatro años tiene que ser capaza de contar una historia simple.