Hay muchas mujeres que, durante el periodo de gestación, pierden el apetito. Lo cierto es que la alimentación es un factor muy importante durante el embarazo y por ello, a pesar de la inapetencia, la mujer debe seguir una dieta equilibrada y variada, ya que ello influirá, tanto en su propia salud como en la de su pequeño.
Sin duda, las causas más frecuentes que suelen provocar este síntoma en las gestantes son, por un lado, el aumento de la hormona propia del embarazo, la gonadotropina, así como la relajación de la musculatura del estómago, el estreñimiento, algunas infecciones, e incluso, cuestiones de carácter psicológico.
Causas de la pérdida del apetito en el embarazo
En cuanto al primer motivo, el aumento en el organismo de la mujer de dicha hormona provoca ciertas alteraciones y suele dar lugar a las náuseas y también a los vómitos.
Así, especialmente en el primer trimestre, momento en el que son más frecuentes estos síntomas, la mujer no tendrá ganas de comer, desaparecerá su apetito. En estos casos, si este es el motivo, los especialistas dan múltiples consejos, entre ellos, por ejemplo, comerse un pedacito de pan antes incluso de levantarse de la cama o beber agua mineral con gas para disminuir la incómoda sensación de náusea constante y de ese modo, abrir el apetito.
Sin embargo, no es, como se ha indicado, el único motivo de la inapetencia durante el embarazo. Y es que, conforme el bebé va creciendo dentro del útero materno va relajándose a la vez la musculatura de la zona estomacal y por ello, a pesar de que la mujer coma poco, se sentirá saciada e incluso pesada y no deseará comer nada más. Sin duda, los grandes cambios que va experimentando su cuerpo pueden provocar algunas consecuencias como esta falta de apetito. Asimismo, no sólo cuestiones físicas influirán en la inapetencia, sino también el hecho de que la mujer esté desanimada, baja de ánimos… Y es que, en ocasiones, las alteraciones hormonales pueden llegar a provocar este estado y por consiguiente, también harán que no tenga hambre, que, como se dice comúnmente “se le cierre el estómago”.
Sin embargo, hay otros factores, además de los citados que influirán como es el hecho de que la mujer pase la mayor parte de su embarazo en una determinada temporada o estación. Y es que si pasa la mayoría de los meses de gestación durante el verano o la primavera tendrá mayor probabilidad de sentir esta falta de apetito.
El tiempo, el clima y el tipo de alimentación puede hacer perder el apetito
Así, tanto las altas temperaturas como la conocida astenia primaveral harán que no tenga ganas de comer, tan sólo de beber, para refrescarse. De este modo, aunque la hidratación también tiene un papel muy importante, deberá apostar por alimentos que también le refresquen, tales como las frutas o ensaladas, ricas en nutrientes y que no dan sensación de pesadez.
Así, aunque es un síntoma muy frecuente en el embarazo, la mujer deberá concenciarse de la importancia de seguir una buena y correcta alimentación. De este modo, hay ciertas medidas o consejos que le ayudarán a combatir este problema, como, por ejemplo, dividir las comidas, de tal forma que coma más veces al día pero pocas cantidades. De este modo, no se sentirá saciada y, a lo largo del día, tomará los alimentos necesarios. Además, en relación a los horarios de comida, podrá saltárselos y comer cuando le apetezca, ya que así aprovechará los momentos en que sienta apetito. Quizás si lo retrasa para esperar el momento del almuerzo o la cena, cuando llegue, ya no tenga hambre. También será conveniente que pruebe alimentos nuevos, que no suelen estar en su dieta, ya que quizás pueda servirle como estímulo.