¿Qué comer a media mañana o a media tarde durante el embarazo?

Muchas mujeres antes de quedar embarazadas realizan solo tres comidas al día, desayuno, comida y cena. Los almuerzos y meriendas parecen desterrados de la vida de los adultos, especialmente de las féminas, que renuncian a estos tentempiés normalmente por cuestiones de peso.

Esto es un error, dietistas y nutricionistas están de acuerdo en que lo mejor es realizar varias comidas al día con menores cantidades en lugar de pocas pero más abundantes.

El organismo requiere energía a lo largo de todo el día para poder funcionar correctamente, los alimentos son los que dotan a nuestro cuerpo de esa energía. Los almuerzos y meriendas son así necesarios para mantener el tono y no llegar desfallecido a las comidas centrales.


5 comidas al día de manera obligatoria y mínima


Es una regla sencilla que si bien debe ser seguida por todos, más aún por la mujer embarazada. Los problemas digestivos son una constante a lo largo de los nueve meses, comienzan con las náuseas y siguen con las digestiones lentas y pesadas y con la acidez, debido a que el tamaño del útero va aumentando, provocando el desplazamiento y una mayor presión sobre el estómago.

La solución para evitar estos problemas es realizar varias comidas al día y en menores cantidades, si una comida copiosa ya produce molestias en cualquier persona más lo hará en una embarazada. Comer a media mañana y por la tarde será la solución para pasar el día de la mejor forma posible.

Pero cuidado, no hay que confundir, el hecho de realizar varias comidas al día no implica aumentar la cantidad o permitirse caprichos que en lugar de la energía necesaria llenen de grasa el organismo. Si se realizan varias ingestas al día es precisamente para evitar llenar el estómago de grandes cantidades o de pesados alimentos difíciles de digerir.

La dieta de una embarazada debe estar bien equilibrada, el comer por dos es un error descartado hace tiempo, sí que será necesario incrementar un tanto las calorías diarias para responder a las demandas del bebé, pero siempre con alimentos sanos.


La dieta debe de estar equilibrada


Así, de los almuerzos y meriendas habría que descartar los productos de bollería, los refrescos y todo tipo de productos grasos que no aporten ningún nutriente. Lo mejor es apostar por la fruta, aquí no hay límites, la mujer se pueden decantar por lo que más le guste. Otra buena opción son los yogures, las gelatinas o los zumos, la variedad es mucha y hay para todos los gustos. Si apetece más algo salado los frutos secos son otra buena recomendación, aunque sin abusar ya que tienen un alto contenido calórico. Siguiendo por la rama de lo salado otra idea es tomar queso, mejor si es descremado, o pavo con tostadas de pan.

Esto no significa que una embarazada no pueda almorzar un bocadillo de tortilla de patatas o merendar leche con galletas. A no ser que exista un problema de sobrepeso existe libertad a la hora de comer durante el embarazo, de hecho es bueno dejarse guiar por las apetencias del momento, siempre con criterio y sin abusar. Porque el problema del sobrepeso en el embarazo es que afectará al correcto desarrollo del bebé y eso es algo que ninguna madre desea.