El tabaco en el embarazo puede causar muerte súbita infantil

Fumar durante el embarazo provoca consecuencias negativas en el feto, ya que el humo atraviesa fácilmente la placenta y llega al pequeño. De este modo, los especialistas recomiendan dejar el tabaco, al menos durante este periodo, ya que son muchos los riesgos a los que se puede exponer la madre y su hijo.

Sin embargo, un estudio afirma que existe relación entre las mujeres que fuman durante el periodo de gestación y la muerte súbita infantil.

Es decir, según esta investigación, el hecho de que el bebé se exponga al humo del tabaco en el útero materno puede provocar que se alteren sus respuestas respiratorias en los primeros años de su vida, sobre todo, en situaciones de calor, ya sea provocado por altas temperaturas, por ir demasiado abrigado o por falta de oxígeno.


Fumar en el embarazo es una practica en la que hay mucho consenso medico sobre sus efectos adversos


Así, a dicha conclusión han llegado los investigadores de la Universidad de Calgary, en Alberta, Canadá, a través de estudios con crías de ratas preñadas. De este modo, este estudio se hizo exponiendo a algunas de estas crías al aire en una habitación y otras al humo de cigarrillos, equivalente a lo que sería el consumo de un paquete de tabaco al día. Tras este examen, se demostró que el 36% de las crías que se habían visto expuestas al humo del tabaco no podían recibir suficiente aire para respirar con normalidad, mientras que en el otro grupo, ninguna de ellas presentó dificultades de carácter respiratorio. Asimismo, bajo la hipertermia, es decir, sometiéndolas a un calor excesivo, un 49% del total en el primer grupo manifestó problemas a la hora de respirar, mientras que en el segundo, sólo un 29% mostró estos síntomas, es decir, problemas o dificultades en cuanto a respirar con normalidad.

De este modo, cabe incidir en que la falta de oxígeno puede provocar, además de casos de muerte súbita, retraso en el crecimiento del pequeño, así como casos de aborto espontáneo o partos prematuros.

Por otro lado, otro estudio que también se centra en la relación entre las madres fumadoras y la muerte súbita toma como hipótesis de base investigar los factores que pueden provocar la debilitación del proceso del despertar del sueño, teniendo en cuenta que este proceso puede estar implicado y relacionado con las causas que provocan el síndrome de muerte súbita infantil.

Dicha investigación fue publicada en la revista especializada Sleepy y partía de la idea de que la facilidad para despertar en determinadas ocasiones puede ser un mecanismo protector que provocaría un despertar completo y este mecanismo protector fallaría en las víctimas de muerte súbita. Así, tomando esta idea, se comparó los patrones de despertares de niños de madres fumadoras y de otras que no lo eran.


En el estudo científico se demostró una fuerte relación entre la muerte súbita y el tabaco en el embarazo


Se comprobó partiendo de esta base que los niños, cuyas madres no habían fumado durante el embarazo, despertaban más fácilmente y que sus datos en el encefalograma mostraban una respuesta activa de su cerebro. De este modo, se demostraba que fumar en este periodo podía provocar una disfunción en el mecanismo protector del despertar nocturno cuando el flujo de aire es incorrecto.

Finalmente, también la Fundación Española del Corazón advierte sobre la importancia de que los padres fumadores deben tener especial cuidado con sus pequeños, ya que, la inhalación del tabaco influye directamente en el bebé. Además en porcentajes indican que un 10% de los casos de muerte súbita en el lactante están relacionados con el tabaquismo pasivo.

Sin duda, queda patente la importancia de ser responsables y evitar las consecuencias nefastas que el humo del tabaco tiene sobre el feto. Y no sólo durante el embarazo, ya que según la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente el 40% de los menores suele estar expuesto a humos en el hogar y fuera de él, lo que según un estudio publicado en la revista The Lancet se traduce en 165.000 mil muertes anuales en niños por el tabaquismo pasivo.