Encías que sangran en el embarazo. ¿Qué hago?

Durante el embarazo se sufren una serie de cambios que afectan prácticamente a todo el organismo. Uno de los cambios más notables pero menos perceptibles es el aumento del volumen de la sangre. Esta circula por todo el cuerpo, por lo que en cada zona este incremento se dejará sentir de una manera.

La boca, y más concretamente las encías, se ven también afectadas por esta mayor irrigación.

Lo habitual es que las encías se inflamen y puedan sangrar por el cepillado, sería lo que se denomina gingivitis de la embarazada. Es un trastorno común que en principio no tiene la menor importancia si se toman una serie de medidas.


Hormonas, falta de calcio, cambio de la tensión arterial… nuestra boca lo sufre


Es importante tener hábitos de higiene bucal previos al momento del embarazo. Limpiarse los dientes tres veces al día, utilizar la seda dental y visitar al menos una vez al año al dentista es necesario para mantener una boca sana. Si la mujer embarazada está habituada a esta rutina, lo único que tendrá que hacer durante su estado será aumentar las visitas al dentista en cuanto note algún síntoma de que algo no va bien.

El sangrado es el primer indicador, especialmente si nunca se ha padecido, pero no es el único. El embarazo trae también asociados importantes cambios hormonales, estos cambios provocan entre otras cosas, que las encías tengan menos fuerza ante la placa bacteriana que afecta a nuestros dientes. Por eso, además de las encías inflamadas, otros síntomas serán mal aliento, dolor de muelas, encías que se retrotraen o la aparición de algún bulto en la boca.

La necesidad de acudir al dentista ante cualquiera de estos síntomas se debe a que una gingivitis mal tratada puede derivar en una periodontitis. Esta es una enfermedad más grave, es una infección que no solo ataca a las encías, si no también al hueso y resto de tejidos que sustentan el hueso. Una vez ataca a esta zona la pérdida del diente es irreversible.


La higiene bucal en el embarazo es muy importante


Pata no llegar a este punto, lo mejor es realizarse una limpieza bucal, el dentista aplicará el tratamiento adecuado según nuestro estado, aunque estemos embarazadas habrá medicamentos que sí se podrán tomar, por lo que no es recomendable retrasar el momento de acudir al especialista. Los expertos recomiendan que en caso de tener que acudir al dentista la visita se haga una vez pasado el primer trimestre para evitar riesgos, así mismo habrá que evitar en lo posible tratamientos que requiera Rayos X o cirugías.

En casa se pueden llevar unas pautas para actuar con mayor firmeza ante la placa bacteriana, más activa durante el embarazo. El cepillo de dientes se debe cambiar a menudo, es mejor uno suave de cabezal pequeño para alcanzar todos los huecos. Durante el cepillado hay que insistir más en la zona de los dientes pegados a la lengua ya que por su situación reciben más bacterias. Existen dentífricos específicos para actuar contra la placa, su uso es recomendable como medida preventiva así como la de los colutorios, en estos casos será el dentista el que deberá indicarnos cual utilizar. Y por último la alimentación, una boca sana empieza por una dieta sana, verduras, fruta y cereales ayudar a mantener dientes y encías en perfecto estado.