Se trata de una decisión personal en la que se deben valorar factores de todo tipo, desde la salud, hasta la situación económica pasando por la maduración del primogénito.
Quizá lo que haya que valorar en primer lugar sea el punto de vista médico, normalmente se recomienda que las madres esperen un año antes de tener otro hijo.
Es el tiempo mínimo para que el organismo de la mujer se recupere y cada cosa vuelva a su lugar. Durante los primeros meses tras un parto el cuerpo va recuperándose lentamente de los nueve meses de gestación y del desgaste que ha supuesto el parto. Es también la época de la lactancia y como norma general la mujer no suele tener la menstruación por lo que no es sencillo quedar embaraza de nuevo, aunque si es posible.
Normalmente después de un año el cuerpo ya está listo para otro embarazo
Una vez ha transcurrido el año el organismo está listo para afrontar un nuevo embarazo, aunque habrá que tener en cuenta qué tipo de embarazo y parto se ha tenido, en los casos en que ha habido cesárea los médicos no recomiendan una nueva gestación al menos hasta pasados 18 meses.
Hay que tener en cuenta también que los primeros dos años de vida del bebé el sentimiento de apego a su madre es muy grande, todavía no se socializa con el resto de niños y es muy dependiente. Así, en lo que se refiere a la adaptación a un nuevo miembro de la familia, es bueno dejar que el niño haya cumplido ya los dos años.
Pero todo esto va a depender de las preferencias de los padres. Muchos prefieren que pase poco tiempo entre uno y otro, criarlos juntos, pasar casi a la vez por la etapa de pañales y fomentar así que la escasa diferencia de edad les mantenga más unidos. Todo esto son importantes ventajas, aunque hay que tener en cuenta otras cuestiones, por ejemplo el mayor desgaste que va a suponer para los padres, que deberán hacerse cargo de dos bebés, el gasto que supone criar a dos niños de corta edad o las dificultades de adaptación que tendrá el mayor ya que todavía no es capaz de comprender la situación. Eso sí, una vez superados los primeros años la poca diferencia de edad hará que los hermanos estén más unidos.
La mayor parte de las veces la decisión no viene condicionada por el estado físico de la mujer
Otros padres prefieren esperar entre 2 y 4 años antes de tener otro hijo, en este caso se cuenta con la ventaja de que el mayor ya tiene mayor capacidad de razonamiento para entender la situación, aunque habrá que tener cuidado con los celos. Los padres por su parte pueden cuidar con más tranquilidad del bebé y disfrutar de él al ser el primero más independiente. Además la diferencia de edad no es tanta como para que no pueda jugar juntos, aunque tardarán algo más.
Por último hay quienes prefieren dejar que pasen años antes de lanzarse a la aventura de un recién nacido. Si el niño es mayor de 5 años los padres encontrarán en él una gran ayuda para la crianza y el clima en casa será mucho más tranquilo, eso sí habrá que tener en cuenta que las necesidades de nuestros hijos serán muy distintas y habrá que saber adaptarse a ellas, sin olvidar que será complicado que sean compañeros de juegos.