La mayoría de las madres esperan con mucha ilusión el momento de dar de mamar a sus bebés, ya que, sin duda, se crea un vínculo muy estrecho y especial entre ellos mediante este gesto. Aún así, son muchas también las mujeres que acaban sufriendo molestias o incluso dolor en los pezones por no tener en cuenta ciertas consideraciones o consejos en cuanto al cuidado de esta zona tan sensible.
De este modo, a continuación, se indican ciertas pautas a tener en cuenta para no lastimar o dañarlos.
Consejos prácticos para cuidar el pezón
En primer lugar, una vez que le suba la leche a la madre, será importante que no pasen grandes periodos sin dar de mamar al bebé, ya que, si deja amplios intervalos puede que sienta dolores o molestias en la mama. Por ello, le ayudará, el hecho de amamantar con frecuencia, también para mantener un buen nivel de producción de leche. Además, en el caso de que la madre sienta que tiene más cantidad de leche de la que el pequeño puede tomar, será conveniente extraer la leche con un sacaleches y ponerla en biberones para congelar.
También, para cuidar el pezón, será importante que el bebé no se acostumbre a mamar siempre del mismo pecho, sino que se vaciará primero uno y luego se pasará al otro. No es conveniente que se habitúe a mamar siempre del mismo pezón. Por otro, lado, a veces, el hecho de que se lastimen o agrieten los pezones puede venir provocado por la posición en que el bebé mama. Así, en este caso, se cambiará o variará la posición del pequeño, buscando aquella que sea más beneficiosa para los dos. Podrá tomar el pecho sentado en los muslos de su madre, de lado o recostados en la cama.
Otro aspecto a tener en cuenta es la forma en que el pequeño toma el pecho, es decir, lo adecuado es que agarre con su boquita el pezón y también gran parte de la areola, ya que, si no es así, puede tirar del pezón y hacer daño y lastimar esta zona. De este modo, la madre le indicará al pequeño con sus manos cómo debe hacerlo, enseñándole poco a poco para que no le haga daño.
Limpieza e higiene de los pezones
La limpieza es otro punto fundamental, ya que la mujer deberá lavar muy bien esta zona de su cuerpo que es tan importante durante la lactancia. Para ello solo utilizará agua, sin usar jabones, alcohol u otros productos que puedan llegar a resecar la piel. Después será conveniente que se dejen secar al aire libre o al sol, es la forma más natural y más recomendada. Asimismo, también deberán estar bien lubricados. Los especialistas recomiendan utilizar crema de caléndula, ya que no es tóxica para el pequeño, por lo que no será ni siquiera necesario que la retire a la hora de dar de mamar. De hecho, no es necesario que la madre lave sus pezones antes de las tomas.
A pesar de estos cuidados, si finalmente aparecen grietas, será importante que no se apliquen cremas sobre la zona que haya que retirar antes de dar el pecho al bebé. Por ello, será suficiente con utilizar su propia leche, poniendo gotas sobre el pezón y la areola, ya que tiene importantes propiedades cicatrizantes. Se hará tras darle de mamar al pequeño y después se dejarán secar al aire.
Asimismo, se aconseja protegerlos con protectores de pezón para que estén aireados y los que suelen recomendarse son los de silicona, que tienen espacios especiales para que entre el aire.