Estar embarazada durante el invierno es algo más que probable, ya que el periodo de nueve meses de la gestación abarca varias estaciones. Muchas futuras mamás, que huyen del calor, prefieren pasar los últimos y más pesados meses del embarazo en otoño o invierno, aunque también surgen dudas acerca de los riesgos o inconvenientes que puedan surgir.
Lo cierto es que no existen inconvenientes como tal, para estar embarazada en una u otra época del año, cada estación tiene sus propias características que pueden ser más o menos acordes a la mujer, dependiendo de su idiosincrasia.
Quizá aquellas mujeres con tendencia a una excesiva retención de líquidos, varices u otras alteraciones que se acentúan con el calor, prefieran evitar los meses de verano y las que suelan coger varios resfriados porque trabajan con niños, por ejemplo, pueden desear evitar el invierno a toda costa.
¿Cuáles son los inconvenientes de un embarazo en invierno?
No obstante, los aspectos del invierno a tener en cuenta podrían ser:
1. Mayor contagio de virus de la influenza (gripe), resfriados, bronquitis y neumonías
Durante el embarazo, debido a los cambios físicos y hormonales, el sistema inmunitario de la mujer se encuentra algo debilitado. Por ello, está más vulnerable ante el contagio de virus y menos preparada para combatirlos.
Estas enfermedades, se contagian fácilmente de unas personas a otras y su aparición generalmente es en época invernal.
La gripe es una infección de las vías respiratorias, más severa que los catarros y que en una mujer en periodo de gestación, aumenta su riesgo de complicaciones para ella y para el feto. De hecho, las mujeres embarazadas son consideradas “grupo de riesgo” en esta enfermedad y se les recomienda la vacuna antigripal como medida de prevención.
Ante la presencia de virus durante el embarazo, se debe consultar al obstetra y evitar recurrir a la automedicación.
2. El frío y sus incomodidades
Siempre es incómodo tener los pies o las manos heladas por el frío, todavía resulta más difícil de llevar para una mujer que se siente pesada y con dificultades de movimiento. Algunas recomendaciones pueden ser:
Abrigarse muy bien, recurrir a gorros, bufandas, guantes y doble calcetín, si es necesario, para sentir calentitos nuestros pies y partes sensibles a pesar del frío.
Vestirse en capas. Las embarazadas pueden tener momentos de sofoco o calores internos, por lo que es preferible llevar un jersey encima de otro para poder desabrigarnos, en lugar de ropa muy gruesa.
Mantener estable la temperatura corporal, prestar atención a los cambios bruscos de temperatura en interiores con calefacción al salir al exterior por ejemplo.
3. Salir de casa o moverse cuesta más
Normalmente, cuando hace frío nos cuesta más salir a pasear o realizar actividades en la calle. Es importante, no caer en el sedentarismo y realizar algún tipo de ejercicio o actividad física adecuada a nuestro periodo de gestación.
¿Cuáles son las ventajas del invierno para el embarazo?
– El frío actúa como vasoconstrictor, por ello es mucho menos frecuente la aparición de varices durante el invierno. Esta es una alteración común en muchas mujeres embarazadas de la que pueden liberarse.
– La sensación de pesadez se acentúa con el calor. Caminar, pasear o realizar cualquier actividad física , sudando por el calor, puede convertirse en un suplicio cuando se está en un avanzado estado de gestación.
– El verano aumenta un desagradable síntoma del embarazo: la retención de líquidos ( Piernas y manos hinchadas ).