Es muy frecuente el uso de compresas durante el posparto, ya es importante que la mujer cuide su higiene en estos momentos, para evitar contraer alguna posible infección. De este modo, durante el posparto, dichas compresas absorberán los loquios, es decir, las secreciones vaginales que expulsará la mujer después de dar a luz, durante al menos seis u ocho semanas.
Estas secreciones están compuestas de sangre, moco cervical y tejido placentario.
Así, incluso en el hospital, se le facilitarán a la mujer estas compresas especiales para el momento del posparto, también llamadas ginecológicas o tocológicas. En estos primeros días serán de gran tamaño para poder absorber los loquios sin que la mujer se manche y se sienta incómoda y también se recomienda que utilice ropa desechable, que no le quede ajustada, ya que se sentirá dolorida y molesta, por lo que no es conveniente que sienta la ropa interior apretada. Y es que dichas secreciones serán más abundantes que una menstruación normal, por lo que en algunos casos se pueden incluso colocar dos compresas para evitar las pérdidas o manchas.
Las compresas ginecológicas
En cuanto al material del que están hechas, lo más indicado es que sean de celulosa, que contiene un noventa por ciento de algodón o también completamente de algodón. Ante todo, será importante que no tengan plástico en ninguna de sus capas, en especial en aquella que roza la piel. Y es que no es un material que facilite la transpiración, podría llegar a pegarse a la piel e incluso si se engancha en un punto, en los casos en los que a la mujer se le haya practicado una episiotomía, podría llegar a provocar un desgarro o incluso la apertura de la herida al saltarse un punto.
De ahí, la importancia de la elección de dichas compresas especiales durante estos primeros días y también, una vez que salga del hospital, ya que deberá seguir utilizándolas, al menos al principio. Son fáciles de localizar, ya que se venden en farmacias y durante las dos próximas semanas tras el parto, también deberán seguir siendo de tamaño grande. Es cierto que en el mercado hay gran variedad y por ello, las encontrará con o sin alas, es decir, con cinta adhesiva o no. Éstas últimas serán las indicadas para cuando la mujer empiece a salir de casa, ya que con el movimiento, este tipo aportará una mayor fijación y le hará sentirse más cómoda. Cabe incidir en el hecho de que no se recomienda el uso de compresas de uso habitual para la menstruación, ya que tienen capas de plástico, así como compuestos químicos y productos que facilitan la absorción pero que en esta situación, pueden acabar irritando esta zona que se encuentra tan sensible.
El fin del los loquios
Poco a poco, los loquios irán siendo de menor cantidad y por ello, sí que podrá empezar a usar compresas de menor tamaño, así como ropa interior normal, siempre velando porque no se sienta incómoda. Aun así, las compresas tienen que seguir siendo de algodón y se recomienda que se apueste por aquellas que tengan capas simples, un entrelazado liso, es decir, que sean muy sencillas.
Independientemente del tamaño o del modelo, la mujer deberá cambiarse con frecuencia, ya que no es conveniente que tenga sensación de humedad, siempre manteniendo la zona limpia, seca y protegida.