Cuidar la salud bucal durante el embarazo resulta fundamental. Entre los múltiples cambios que afectan al organismo de la embarazada también se ven afectados los dientes y las encías.
El aumento del flujo sanguíneo en el cuerpo de la mujer en estado llega también a la boca, las encías sangran con más facilidad y están más sensibles, es la denominada gingivitis que se produce especialmente a partir del tercer mes de embarazo.
En lo que respecta a las piezas dentales, se suele decir que cada embarazo cuesta un diente, debido a que el organismo precisa calcio para el bebé, pero esta teoría no tiene ninguna base científica. El hecho de que algunas mujeres sufran caries o lleguen a perder un diente está más relacionado con enfermedades periodontales, esto es, enfermedades infecciosas de las encías que ocasionan daños en los dientes. Estos problemas en las encías se producen por los citados cambios que se producen en el embarazo y que hacen más irritables las encías.
La gingivitis o sangrado de las encías
La gingivitis es la más común de las afecciones, el aumento de la progesterona y el cambio del PH de la saliva unido a una mala higiene bucal, favorece su aparición. Se manifiesta como un aumento del volumen de la encía, sangrado y en los casos avanzados halitosis y sensación de boca sucia. Asociado a la gingivitis se pueden llegar a dar problemas en la mucosa en forma de granulomas o aftas.
Los problemas en las piezas dentales, en contra de lo que se ha creído tradicionalmente, no tienen que ver con el que organismo extraiga calcio del diente, de hecho el diente conserva su contenido mineral toda la vida. Estaría más relacionado con el cambio del PH de la saliva, no se regulan igual los ácidos producidos por las bacterias y es más fácil que se desarrolle la caries. También influyen los cambios en la alimentación e incluso los vómitos. Si a todo ello se le une una falta de cuidado en la higiene bucal el caldo de cultivo para la caries está servido.
Cuidado de la boca en el embarazo
Es por ello que hay que extremar la limpieza de la boca durante el embarazo, un correcto cepillado después de cada comida y el uso de la seda dental evitará que se propaguen bacterias que puedan dañar dientes y encías. No está de más una visita al dentista, pese a que no se pueden llevar a cabo algunos tratamientos no hay problema en realizar una limpieza bucal. La mujer se sentirá mucho mejor y el dentista podrá observar si es necesario tomar alguna medida preventiva.
En el caso de que sea necesario realizar algún empaste o actuación de urgencia se pueden llevar a cabo, incluso las radiografías con las adecuadas medidas preventivas, aunque si se puede posponer lo mejor es curarse en salud. Por eso la prevención es tan importante, si una mujer desea quedarse embarazada puede acudir previamente al dentista a fin de que si hay algún problema se solucione sin riesgo y no se agrave con el embarazo.