Usar la música como método de relajación y/o estimulación es una terapia establecida desde hace años, tanto en niños – especialmente si tienen problemas de desarrollo – como en mujeres embarazadas que necesitan rebajar tensiones.
De hecho, se puede decir que los beneficios de la musicoterapia son tan amplios, que van desde la mejora del desarrollo de los niños con discapacidad hasta el establecimiento de un vínculo afectivo con el bebé, en el caso de las mujeres en estado de gestación.
La aplicación de la musicoterapia en el embarazo
Debemos tener en cuenta que, a partir e su cuarto mes de desarrollo, el niño ya es capaz de oír todo lo que proviene del exterior y, por lo tanto, esto incluye la música, que se convierte en uno de sus máximos estímulos.
Escuchar música durante el embarazo tiene efectos muy positivos en el crecimiento del bebé, ya que se ha demostrado que los niños que la han oído en el vientre de la madre, comen y duermen sin tantos problemas e, incluso, tienen una mejor coordinación en sus movimientos cuando empiezan a caminar.
Musicoterapia para la futura madre
Los efectos de escuchar música durante el embarazo no son solo positivos para el feto, sino también para la madre.
Uno de los primeros beneficios que experimenta la mujer es la liberación de tensiones, y la toma conciencia de los cambios que experimenta su cuerpo en este período.
Por lo tanto, gracias a la musicoterapia, la futura madre puede relajarse lo suficiente como para afrontar todo lo que representa el proceso de gestación para su cuerpo y, también, empezar a disfrutar de las sensaciones que experimenta. Y al sentirse así será, precisamente, cuando podrá sentirse más cerca de su hijo y conectar mejor con él, incluso antes de nacer.
Musicoterapia para niños sordos
Aunque parece que estamos hablando de un contrasentido, la verdad es que los niños que padecen problemas de audición también pueden ser sometidos a sesiones de musicoterapia, y beneficiarse de sus efectos.
Incluso los niños que son completamente sordos pueden percibir las vibraciones que genera la música, aunque no la escuchen como las personas que no padecen de sordera. Trabajar a través de la musicoterapia con este tipo de niños les ayuda a mejorar su autoestima, integrarse en un colectivo de alumnos e, incluso, a mejorar su manera de hablar.
Musicoterapia para niños prematuros
Algunos hospitales han empezado a aplicar la musicoterapia como un método de proporcionar un ambiente más ‘seguro’ a los niños que han nacido prematuramente y que, por lo tanto, ya no tienen las sensaciones de las que aún deberían disfrutar en el útero de su madre. Además, se está investigando si aplicarles música clásica en las incubadoras varias veces al día puede ayudar a favorecer su desarrollo.
Naturalmente, no hablamos de cualquier tipo de música, sino que es escogida por un experto, y nunca se pone a más de 65 decibelios, ni en una frecuencia mayor a tres veces al día.
De momento, ya se ha comprobado que el efecto de la musicoterapia en los bebés es positivo en cuanto a su relajación y estado de humor.