Durante los nueve meses que dura el embarazo se espera con ilusión el momento en que llegue el bebé y cuando esto se produce en la mayoría de ocasiones la madre no puede disfrutar plenamente del mismo. Y es que el parto es un proceso en el que se invierte gran cantidad de esfuerzo y energía y al que acompañan una serie de molestias, que variarán en función del parto que hayamos tenido.
En el hospital la mujer permanecerá ingresada un par de días, tres si ha sido cesárea o ha habido alguna complicación.
Por norma estos días son los peores y pasarlos en el hospital permite contar con todos los cuidados precisos.
Las primeras horas tras el parto
Tras el parto, las primeras hora, habrá fuertes hemorragias acompañadas por coágulos, este sangrado irá remitiendo según pasen los días y puede extenderse más de un mes. Es un sangrado que no va acompañado de dolor, los primeros días será de un rojo más intenso para cambiar después hacia el marrón. Se deben utilizar compresas de algodón y nunca tampones con el fin de evitar infecciones.
Otra molestia común y que si resulta dolorosa son los entuertos, no se suelen notar mucho en el primer parto pero si en los siguientes. Son contracciones del útero mediante las cuales vuelve a su sitio, son necesarias ya que ayudan también a contraer los vasos sanguíneos y evitan que la hemorragia sea mayor. No suelen durar mucho tiempo, los más fuertes se producen tras el parto, para aliviarlos en el hospital dispensan los calmantes necesarios.
Cuidados en caso de haber sido necesario punto o una episiotomía
Si ha habido puntos o una episiotomía habrá que tener especial cuidado con la herida, hay que mantenerla limpia y seca. Las episiotomías suelen cicatrizar a las dos semanas, para aliviar sus molestias se pueden tomar analgésicos, también hay que vigilar las posturas y no hacer esfuerzos que puedan abrir la herida. Se pueden utilizar cojines para evitar apoyar la zona y si está inflamado se puede aplicar frío con el que disminuir la inflamación. En el caso de cesárea se debe mantener el mismo cuidado a la hora de tratar la herida, además de seguir las mismas recomendaciones: calmantes para el dolor y no hacer esfuerzos.
Otra de las molestias comunes en toda nueva madre es la fatiga, el esfuerzo del parto, sea del tipo que sea, deja a la mujer agotada y sin fuerzas, además si se opta por la lactancia el tiempo de sueño no se extenderá más allá de las dos o tres horas, lo que aumenta el cansancio. Para ello lo que hay que hacer en los primeros días es seguir el ritmo del bebé, dormir cuando el duerme y el resto del tiempo descansar todo lo posible, ya habrá tiempo para lo demás.
En general todas estas molestias pasarán y pese a ellas la mujer podrá disfrutar de la compañía de su recién nacido, esta sin duda será la mejor cura y con la que cualquier molestia será mucho más llevadera.