Se trata de una prueba que se realiza al final del primer trimestre de embarazo, entre la semana 12 y la 14. Con ella se busca detectar anomalías de tipo genético como el síndrome de Down.
La prueba consiste en una ecografía por vía abdominal a través de la cual se mide el grosor de la zona de la nuca.
En todos los bebés se acumula en esta parte líquido pseudo linfático, entre la piel y los tejidos blandos, lo normal es que su espesor no supere los 3 milímetros, si es mayor es un posible indicador de una anomalía cromosomática.
El resultado es una probabilidad
El hecho de que el grosor sea mayor de lo habitual solo indica la probabilidad, de hecho en muchos casos los bebés no presentan al nacer ningún defecto. De todas maneras es bueno realizarla y en el caso de que sea un valor elevado contrastar el resultado con otras pruebas que sí se han demostrado determinantes, como la biopsia de corion o la amniocentesis.
Es importante realizarla antes de la semana 14 ya que esa acumulación de líquido va desapareciendo del pliegue nucal conforme avanza el embarazo. La prueba no tiene ningún riesgo para la madre ni el bebé y hay que tener en cuenta que solo señala una probabilidad. En su realización se miden también otros parámetros como el tamaño del fémur, el del húmero y posibles alteraciones en los órganos internos. En el estudio también se tiene en cuenta la edad de la madre y los antecedentes familiares. Todo ello contemplado en su conjunto ofrece ese índice de probabilidad que debe ser comprobado con otras pruebas.
El síndrome de Down pese a ser el más conocido, no es el único que se valora, con esta prueba se puede saber también la probabilidad de que el bebé nazca con Síndrome de Edwards, que lleva asociado discapacidades mentales, Síndrome de Patau, con el cual no se sobrevive más allá de un año, además de cardiopatías, hernias o alteraciones linfáticas.
Es importante realizarse la prueba de translucencia nucal
No es una prueba que la mujer deba pasar si no lo desea, aunque lo normal es realizarse una ecografía en este momento, en España está incluida en la Seguridad Social y lo normal es que se mida el pliegue de la nuca. Además no hay que esperar para tener los resultados, la mujer conoce en el momento las medidas, no solo la de la nuca, también la del fémur, el húmero y la longitud cráneo-caudal, así que también se averigua que tamaño tiene nuestro bebé.
Una prueba que se puede realizar en combinación con esta y que, también sin riesgo, aporta un mayor índice de probabilidades es el triple screening. Consiste en un análisis de sangre que se realiza a partir de la semana 14 y en el que se miden una serie de marcadores bioquímicos que pueden indicar defectos cromosomáticos.
Tanto esta como la translucencia nucal son pruebas orientativas, no tienen valor diagnóstico por lo que la madre no deberá preocuparse hasta que no se confirme el estado de su bebé con otras pruebas específicas.