Pocas embarazas hay que no hayan pasado por un resfriado común en el embarazo. A lo largo de nueve meses se pasa por situaciones y cambios climáticos de todo tipo, que en muchos casos traen consigo el consiguiente resfriado, pero no solo por eso. El colectivo de embarazadas es más propenso ya que el sistema inmunológico disminuye un tanto para evitar que el cuerpo rechace al bebé, así la mujer está más expuesta a contraer enfermedades y la más común será el resfriado.
Normalmente tratamos un resfriado en casa con los medicamentos habituales, pero esto no se puede hacer de igual manera estando embarazadas.
Ante los primeros síntomas lo mejor que se puede hacer es descansar y cuidarse en casa a base de caldos, zumos y sin exponerse a cambios de temperaturas. Debemos saber que debido a la debilidad del sistema inmunológico, un resfriado que antes duraba tres días puede que ahora dure cinco.
En casos que no sean leves, acudir al médico
Si no podemos dedicarnos a descansar tranquilamente y antes de la automedicación hay que acudir al médico que será el que nos recete el tratamiento adecuado en función de la gravedad de los síntomas. Uno de los más comunes es el paracetamol, está aceptado por su poca incidencia en el feto, para tratar problemas como el dolor de cabeza o el malestar general. De todas maneras debemos saber que, pese a que esté permitido, hablamos de dosis muy concretas ya que este medicamento sí atraviesa la placenta y el feto no lo puede asimilar. Algunos estudios han señalado que el uso indiscriminado del medicamento, especialmente en el primer trimestre, puede producir problemas de asma infantil.
Por lo tanto, además del obligatorio reposo, deberemos optar por remedios naturales que no resulten agresivos para el bebé. En el caso de la congestión nasal, muy común en el embarazo bien sea acompañada de resfriado o en solitario, un buen remedio es la aplicación de suero fisiológico para despejar la nariz. Otra medida que podemos tomar es inhalar vapor para despejar las vías respiratorias. Estas acciones deben ir acompañado de la ingesta de muchos líquidos, fundamentalmente zumos y caldos. Si es la garganta la parte que más molesta se pueden realizar gárgaras para aliviar su irritación, bien con agua salada o tomado agua caliente con miel y limón.
La salud del sistema inmune
Para reforzar el sistema inmunológico, evitando así la propensión a resfriarse, es necesario llevar una dieta equilibrada. Las frutas y verduras deben formar parte de la alimentación diaria de la mujer embarazada. Puede que sea necesario tomar algún suplemento vitamínico que ayude al organismo a mantenerse en forma
Ante un resfriado común, si con el reposo y estos pequeños remedios el problema sigue o incluso va a más, será necesaria la visita al doctor, ya que de lo que se trata es de evitar que el resfriado pueda derivar en algo más grave como una neumonía, que puede acabar afectando al feto sobre todo si se dan procesos febriles.
En la vida diaria continuamos nuestro rutina aunque tengamos un simple resfriado, esto debe cambiar en el embarazo, el cuerpo necesita reposo, descanso y estar alejado del estrés para recuperarse complemente. Será el único método efectivo para no pasar el embarazo con malestar y el pañuelo en la mano.