Actuar contra celos infantiles entre hermanos

La mayoría de los niños reaccionan sintiendo celos cuando nace un nuevo hermano. La verdad es que no deja de ser una reacción normal en la edad infantil, ya que en su mente tienen miedo a que su madre de el cariño que hasta ahora les proporcionaba a ellos, al recién nacido

Tener celos es algo normal entre los niños y, de hecho, es parte de su desarrollo.

Un pequeño tiene celos cuando ve que las cosas a su alrededor cambian, y que el puesto de bebé – que hasta ahora ostentaba – ya lo ocupa otro niño.

Si los padres saber reaccionar a tiempo y demostrarle que las cosas no han cambiado en relación a él, lo más normal es que los celos del hermano mayor hacia el pequeño desaparezcan por si solos con el tiempo.


El papel fundamental de los padres


Cuando una pareja espera su segundo hijo, debe empezar a trabajar con el mayor su nuevo puesto en la familia. Si son capaces de involucrarlo en los preparativos del nacimiento, y de hacerle sentir que es importante para la familia, el niño reaccionará mucho mejor.

Siempre teniendo en cuenta su edad – y que, por lo tanto, según que cosas no las va a entender – los padres deben hacer entender progresivamente al niño lo que va a cambiar con la llegada del nuevo bebé, y todo lo positivo que le aportará tener un hermano en casa.

También es importante que los padres sean capaces de mantener al máximo la rutina del niño, hasta el momento del nacimiento. Que haya los cambios mínimos en su entorno, le hará sentirse más seguro.

Realmente, podemos decir que para que un niño sienta los menos celos posibles ante la llegada de su nuevo hermano, debe recibir la máxima atención por parte de sus progenitores, especialmente de la madre.


Los celos en todo el proceso de embarazo


Si se quiere que un niño sufra los celos normales ante el nacimiento de un embarazo, y que la situación se resuelva por su misma, sin que se convierta en un problema permanente en la familia, hay que saber manejar la situación ya desde el embarazo.

Es importante evitar que el niño se entere de la llegada del nuevo hermano por otras personas que no sean sus padres. Ellos deben explicárselo con delicadeza, y adecuándose a su edad, hacerle entender qué pasará en los próximos meses. También es una buena idea que, a medida que la gestación avanza, se estimule al niño a hablar con la tripa de su madre, intentando que establezca ya un vínculo con su futuro hermano.

Cuando la madre ingresa en el hospital para dar a luz, el padre debe tomar el protagonismo en el cuidado del hijo mayor, y hacerse especialmente visible para él. Una buena idea es que lo acompañe al hospital para conocer al recién nacido.


Después del nacimiento


Cuando la madre vuelve a casa con el bebé, es cuando hay que tener más cuidado con las actitudes que pueden exacerbar los celos del niño mayor. Es especialmente importante que se le demuestre cariño y se le preste especial atención, para que no se sienta desplazado. Si siente que su vida no cambia especialmente de antes a después de la llegada de su hermanito, los celos acabarán siendo un momento transitorio en su vida sin más consecuencias.