Cómo conciliar hijos y matrimonio

Hace unos años el título de este artículo no hubiera tenido ningún sentido para la sociedad del momento, ¿Cómo se puede hablar de conciliar dos cosas que en esencia son lo mismo? pensarían muchos, y es que, el fin del matrimonio era precisamente la procreación.

Hoy este concepto ha cambiado mucho, el matrimonio se entiende como la unión de dos personas que desean estrechar más sus lazos y lo hacen mediante este compromiso que puede ser civil o religioso.


La sociedad actual y los hijos


Sea como sea, cuando en la sociedad actual dos personas se unen ya no se espera de ellas que inmediatamente quieran formar una familia y tener descendencia.

De hecho, lo habitual es que estas dos personas deseen disfrutar de su vida en pareja. En muchas ocasiones se pasa del hogar materno al propio nido, con lo que se inicia una etapa de libertad desconocida, que se desea aprovechar. Es el momento también de conocer al otro e iniciar un proyecto de vida.

Cuando una pareja se acostumbra así a su libertad y crea sus propias normas, es difícil salir de la pauta pero cuando llegan los niños no queda más remedio que cambiar el modelo de vida. El cambio puede ser muy brusco si hablamos de parejas con una intensa vida social, con trabajos exigentes y poco acostumbrados a la vida hogareña. En estos casos se puede hablar con propiedad de conciliación, ya que esta va a ser la única manera de que la llegada de un hijo no llegue a afectar hasta tal punto a la pareja que acabe rompiéndola.

Lo primero que hay que tener claro es si realmente los dos desean tener un hijo. En ocasiones solo es uno de ellos y el otro acaba cediendo, esto no es bueno porque puede llegar a ser recriminado si nuestra vida ha cambiado de forma brusca.


Antes de tener un hijo conviene organizar los cambios en nuestras vidas


Una vez acordado dar el paso, lo siguiente será plantearse como se va a organizar la nueva vida, se trata de anticipar todo lo que va a traer consigo el bebé para que no nos pille por sorpresa. Quién va a coger la baja, durante cuánto tiempo, si el niño va a ir pronto a la guardería o se va a encargar alguien de su cuidado… Si la pareja quiere seguir manteniendo una parte de su estilo de vida puede plantearse ya buscar a la persona que cuidará de sus hijos cuando tengan compromisos. Pero, ante todo, lo que debe hacer la pareja será buscar esos momentos a solas que antes sobraban y ahora parecen faltar. No es necesario dejar al bebé al cuidado de nadie, los momentos en que duerme, por ejemplo, se deben intentar aprovechar al máximo y cuidar también de nuestra relación.

Es bueno además centrarse en lo positivo de nuestra nueva vida, un hijo es un gran vínculo para una pareja y antes de ver lo que ya no se puede hacer, se deben explorar las nuevas posibilidades. Siempre podremos volver a salir a cenar solos, pero las mañanas de domingo jugando en el parque no van a durar eternamente.