¿Cómo convive un bebé con su hermano mayor?

La situación ideal para muchas familias sería disponer de una habitación individual para cada hijo en la que puedan desarrollar sus idiosincrasias y sentir un espacio de privacidad. Sin embargo, la realidad, en muchos casos es otra, y ante un segundo embarazo, la falta de espacio conduce a plantearse la opción de que el primer hijo y el futuro recién nacido compartan habitación.

Las preocupaciones más frecuentes en estos casos suelen ser ¿estarán cómodos los niños?¿puede afectarles a su intimidad?¿cómo convivirán si tienen ritmos diferentes?¿cómo organizar el espacio?.


Ventajas e inconvenientes de tener a dos niños en la misma habitación


La convivencia de dos niños en una misma habitación presenta inconvenientes como una obvia reducción de la intimidad y un menor espacio individual para cada uno de ellos, sin embargo éstos son ampliamente superados por ventajas como:

– Mayor tolerancia a la frustración y capacidad para compartir.

Seguramente todos conocemos niños que se muestran caprichosos, que no aceptan los “no” o que generan auténticos conflictos cuando no obtienen lo que desean.

Estas conductas se deben a una baja tolerancia a la frustración, normalmente porque los padres, con toda su buena intención, impiden que los niños aprendan que no siempre se puede tener todo.

Ser capaz de tolerar la frustración es algo imprescindible para el buen desarrollo y la adaptación en la vida adulta, de lo contrario, en muchas ocasiones, se forman personalidades inseguras y dependientes.

En un espacio común, no sólo se aprende a compartir, sino también a adaptarse a las circunstancias que en algunos momentos no serán las ideales.

– Vínculo entre hermanos.

Desafortunadamente es frecuente conocer hermanos entre los que no existe un vínculo cercano en la edad adulta, algunos de ellos, tienen un aprendizaje demasiado individualista que progresivamente, conforme crecen, los distancia.

Cuando dos hermanos comparten habitación, la situación los obliga a comunicarse, en ocasiones se generan conflictos que deberán aprender a resolver así como establecer negociaciones y empatizar. Inevitablemente se crean situaciones de apoyo que estrechan el vínculo afectivo entre ellos.

Más allá de preocuparse, en estos casos, es importante establecer las pautas y elementos necesarios que faciliten esa experiencia positiva de convivencia.


Consejos para adaptar una misma habitación a dos niños


Delimitar el espacio de cada uno

Pueden utilizarse paredes opuestas para colocar los elementos principales de cada niño. El bebé, durante un tiempo, no necesita mucho más que su cuna y algún mueble para cambiarlo o guardar su ropita.

La decoración también debe diferenciarse, el hermano mayor no tiene por qué renunciar a su personaje favorito colocado en la pared de su cama al mismo tiempo que los tonos pasteles decoran la zona del bebe.

Ritmos distintos

Conviene pasar al bebé al cuarto de su hermano cuando duerma toda la noche, para no dificultar el descanso del primero.

Los horarios de acostarse, si difieren, deben respetarse. El hermano mayor, debe sentir los mismos privilegios que antes de la llegada del bebé aunque deberá preparar sus cosas para el día siguiente con antelación para no despertar al bebé.

Prevenir accidentes

Los juguetes de un niño más mayor, pueden entrañar peligros para un bebé, conviene utilizar cajas o baúles con cierre para que los guarde después de jugar y supervisarlos siempre que jueguen juntos. También deberán colocarse de nuevo, los protectores de enchufes, cantoneras y el resto de medidas de seguridad para los bebés.

Normas

Es importante establecer normas para jugar, recoger, hacer los deberes, compartir o respetar espacios determinados.