¿Cómo se hacen los niños?

Llega un momento en la vida de toda familia en que esta pregunta salta a la palestra. Suele ser un momento incómodo para muchos padres ya que no se trata de un concepto sencillo de explicar, especialmente si hablamos de niños con 5 o 6 años, edad a la que empiezan a tener esa curiosidad.

Lo más importante cuando se realiza la pregunta es que los padres muestren una actitud natural, si se sienten violentos, avergonzados o intentan cambiar de tema el niño se va a dar cuenta y empezará a ver un proceso de lo más normal como algo extraño e incluso prohibido.

Hay que afrontar el momento con normalidad, siempre habrá que tener en cuenta la capacidad de comprensión de nuestro hijo a la hora de darle una respuesta, pero no hay que olvidar que los niños son mucho más capaces de lo que a veces creemos.


Cuánto más esté acostumbrado el niño a la sexualidad, más fácil será responder


La respuesta a la pregunta será mucho más sencilla si en casa hay una actitud abierta y natural ante la sexualidad, si el niño sabe qué son los genitales y que los niños son diferentes de las niñas le será mucho más fácil comprender parte del proceso. A partir de ahí las formas de hacérselo entender son muy variadas.

Si se opta por hablar de forma metafórica utilizando símiles de flores, abejas o incluso con historias de la cigüeña corremos el riesgo que el niño no comprenda la situación y se le acaben generando más dudas, intentar resolverlas se pueden convertir entonces en una misión imposible. Lo mismo sucederá si actuamos al revés, hablar en términos demasiado técnicos de ovulación, esperma o fecundación puede que no resulte muy útil a determinadas edades.

De lo que se trata es de darle una base real y sencilla de como se hacen los niños, podemos hablar de la vagina o el pene y como un acto de amor acaba ‘fabricando’ un bebé que crecerá en la barriga de su madre. Puede ser muy útil recurrir a libros realizados para explicar el proceso de una forma didáctica y simple.


Cuidado, esta pregunta no será la última y querrá saber más sobre el tema


Hay que estar preparados ya que a partir de esta pregunta y en función de las explicaciones que se le hayan dado surgirán otras muchas, algunas verdaderamente sorprendentes. La misión de los padres será responder con el mejor ánimo posible, dejando patente que se trata de un proceso donde prima el amor y el cariño.

Es muy importante que nuestro hijo sepa que estamos ahí para resolver todas sus dudas, también las que tengan que ver con la sexualidad, de esta forma nos aseguraremos que cuando vayan creciendo sigamos siendo uno de sus referentes a la hora de manifestar sus preguntas. Las dudas irán creciendo con ellos y se harán preguntas más complejas, que como padres deberemos resolver por el bien de nuestros hijos.

Si desde esa primera pregunta eludimos el tema o lo tratamos por encima sin resolver todas sus dudas, nuestros hijos acabarán buscando otro referente que puede no sea el más adecuado.