Las vacaciones se acaban, se acerca el nuevo curso escolar, re encuentro con compañeros, nuevas materias a estudiar, cambio de aula y profesor…son suficientes factores estresantes como para dedicar algo de atención a su preparación.
Durante el verano, navidad o semana santa los niños disfrutan y se divierten de su tiempo libre sin escuela.
También pasan mucho tiempo con los papas, abuelos o familiares que los arropan y acompañan durante todo el día. Las normas a las que se someten se limitan a las de casa, que además suelen ser más flexibles en periodos de vacaciones por lo que poco a poco se da una deshabituación de aquello a lo que durante el curso se habían acostumbrado.
Un cambio brusco en las pautas de un niño puede provocar ansiedad, estrés, desmotivación o desinterés a la hora de acudir al centro escolar. Por ello, es importante incidir en aquello que pueda ayudar en la adaptación a la nueva situación.