Cualquiera que tenga niños pequeños en casa conoce la diferencia que supone pasar las fiestas navideñas con o sin ellos. La Navidad con niños se convierte en una fiesta cargada de ilusión y alegría, los mayores se ven impregnados de ese espíritu inocente que nos transmiten los niños y se vive de una forma más intensa.
Cualquier pequeño acto que tenga relación con la Navidad se puede aprovechar para pasar un rato de lo más agradable, desde pasar una tarde escuchando y cantando villancicos, hasta ese momento tan esperado por los pequeños, la colocación del árbol y el belén.