A todos nos gustaría que nuestros hijos se conviertan en personas seguras de si mismas, respetuosas, cariñosas, comprensivas, trabajadoras… felices en definitiva, pues bien conseguir todo esto está en nuestras manos. Los padres somos los primeros responsables de la educación y el trato que van a recibir los niños.
El que crezca y se desarrollen en un entorno sano, seguro y feliz va a depender de nosotros y del esfuerzo que hagamos por ofrecerles el entorno familiar que merecen.