La comunicación es uno de los elementos fundamentales a la hora de establecer relaciones personales, y aun más entre los miembros de una familia. Los padres deben saber crear un ambiente propicio de confianza, que incite a sus hijos a expresarse sin cortapisas, porque ésta es la única manera como realmente podrán conocerlos a fondo.
Los padres que están acostumbrados a vivir una relación fluida con sus hijos, se sienten inseguros cuando ven que éstos no les responden como esperan en este sentido.
Pero deben ser conscientes de que todos tenemos una parcela de privacidad que debe respetarse.
Cuando los chicos crecen, experimentan sensaciones que no necesitan comunicar a sus padres, sino a sus amigos, con los que tienen más cosas en común en este sentido. Pero esto no tiene porque preocupar en exceso a los padres, que deben aprender a colocarse en un segundo plano, dejando claro a sus hijos adolescentes que estarán allí, por si les necesitan.