Los celos del primer hijo por la llegada del segundo

No hay más ojos, oídos, ni manos que para mirarlo, escucharlo y abrazarlo. Es el primero y como tal recibe la atención única y exclusiva de sus padres que están pendientes de todo lo que hace. Nuestro primer hijo no conoce otra cosa en su vida, siempre ha sido el más importante para sus padres y cuando llega otro hijo debemos ser muy conscientes de lo que esto implica para su pequeño mundo.

El niño ha pasado de ser el rey de la casa a tener que compartir, y no hablamos de su espacio o sus juguetes, lo que peor lleva nuestro hijo es tener que compartir el cariño de sus padres, ya no son para él todos los besos y caricias, tampoco recibe toda la atención e incluso le duele no ser el único con el que se enfadan.


No debemos ‘olvidarnos’ de nuestro hijo mayor


Por todo ello la llegada de un segundo hijo no debe suponer que el primero quede relegado, deberemos hacer un esfuerzo y seguir prestándole nuestra atención, aunque hay que tener claro que los celos van a ser muy difíciles de evitar.

Para intentar que la situación no sea excesivamente grave lo mejor es implicar a nuestro primer hijo en la llegada del segundo desde el principio.

Este proceso va a depender mucho de la edad que tenga, no será lo mismo un niño de tres años que otro de seis. Cuanto más pequeño sea más difícil va a ser que comprenda lo que está pasando aunque por otro lado es más fácil que se adapte. Si es más mayor resulta sencillo que lo entienda y se le puede implicar mucho más en el cuidado del pequeño, eso sí, teniendo cuidado de no exigirle demasiado y recordando que aunque ya no es un bebé sigue necesitando nuestros mimos.

Así en función de la edad los padres explicarán que va a llegar un bebé a casa, un hermanito que les necesita y les quiere mucho, un compañero de juegos y que además deberán ayudar a los papás a cuidarlo. De esta forma el niño se siente responsable de esta nueva personita y empieza a verlo no como una amenaza sino como una parte más dentro de su mundo.


Hay que dejar que el hermano mayor juegue y cuide del bebé


Una vez llegue el bebé habrá que estar pendiente de sus reacciones, hay que dejar que lo coja, que se familiarice con él, siempre tomando las precauciones necesarias. No es bueno mantenerlo al margen ‘porque el bebé es pequeño y le puedes hacer daño’, los padres tienen que encargarse de que esto no suceda e intentar que el mayor entienda que su nuevo hermano no le va a quitar el cariño de sus padres sino que les ayudará a estar más unidos.

Para ello debe participar en la mayoría de tareas relacionadas con su cuidado y atención, debemos también responder a sus preguntas y no hay que olvidar destinar un ratito al día para pasarlo con él, no es necesario que el pequeño ocupe necesariamente todo el tiempo. Es bueno que los padres compartan también tiempo por separado con sus hijos, de esta forma se seguirán sintiendo únicos y especiales para sus padres.