Los cuentos estrechan lazos entre padres e hijos

Desde que son pequeños los padres suelen leer cuentos a sus hijos. Y es que, sin duda, se establece una relación muy estrecha entre ellos a través de estas historias y de ese contacto que tienen. Además, cualquier instante del día puede ser idóneo para que los padres lean un cuento al pequeño, aunque normalmente suele asociarse al momento en el que están en la cama y van a dormir.

De este modo, también es frecuente que, cuando los padres narran una historia a sus hijos, éstos les planteen preguntas, comparen lo que se les cuenta con situaciones reales… Sin duda, será un momento muy especial entre padres e hijos, ya que, a través de estas historias, el pequeño les transmitirá sus inquietudes, pensamientos, miedos, alegrías, sentimientos…


Contar cuentos a los niños fomenta su inteligencia y desarrollo


Además el hecho de que, aunque intervenga, el pequeño escuche atentamente el cuento desarrolla su capacidad de atención, escucha y concentración.

Además a ello se une que esto será muy útil cuando estén en el colegio, ya que aprenderán más rápido y mejor. El hecho de escuchar, prestar atención mientras se lee le hará evocar o imaginar sus propias imágenes en su cabeza, estimulando su creatividad e imaginación.

Sin embargo, no tiene por qué ser sólo el padre o madre el que escoja un libro y se lo cuente al pequeño sino que también puede ser interesante que el progenitor sea el que se invente una historia. De este modo, el argumento puede ser relacionado con algún aspecto de la vida de su pequeño, e incluso con algún problema que tenga. Por ejemplo, si el niño está abandonando los pañales, puede ser útil inventar una historia en la que se hable de otro niño que también está en esa situación. El pequeño escuchará el cuento y se dará por aludido. Con esta estrategia los padres podrán conseguir que el niño hable de ese problema con ellos o que entienda lo que se le explica, ahora mediante el ejemplo de otro niño.

También es importante que los pequeños tengan un papel protagonista en esta situación y que interactúen con sus padres. Así, pueden ser ellos los que deciden quién es el personaje y cómo es, por ejemplo. También será útil motivarle para que el niño intervenga y modifique el hilo de la historia si le parece. De este poco, entre sus padres y él irán creando una historia muy especial, ya que la están creando ellos. Sin duda, el niño sentirá que es un cuento de sus papás y él.


Cuando crecen los niños son los que leen el cuento a los padres


Por otro lado, en el momento en que el pequeño sepa leer, aunque esté aprendiendo, se le dará la oportunidad de que sea él quien le cuente el cuento a su padre o madre. Habrá que dejarle leer y equivocarse, ya que, aunque al principio le cueste, poco a poco irá mejorando. También se le estimulará pidiéndole que explique qué significan los dibujos que vienen en el libro, para que aprenda a expresar, aunque sea con sus palabras, lo que ve. De este modo, los padres estarán también motivándole a leer, despertando sus ganas de conocer nuevas historias. Si desde pequeño lo hacen, se convertirá un hábito y, sin duda, la lectura es muy beneficiosa para su desarrollo intelectual.

En definitiva, estos momentos serán muy especiales, tanto para los padres como para el pequeño. Un rato para estar juntos, hablar de diferentes cuestiones, conocer qué preocupa al pequeño, qué siente, qué le inquieta… En definitiva, una forma de ir creando una relación de cariño, amor y confianza.