Uno de los grandes obstáculos para muchas parejas a la hora de divorciarse, es el miedo a cómo puede repercutir esa decisión en sus hijos. Los niños, ajenos a la realidad complicada del mundo adulto, en muchas ocasiones sufren las consecuencias irremediablemente.
La gran pregunta que se hacen muchos padres que desean divorciarse, es si los efectos del divorcio en los niños son mayores que los que sufrirían si se mantiene la relación, aunque ésta sea conflictiva.
Lo cierto es que ambas situaciones son críticas para el desarrollo del niño, pero los expertos recomiendan que cuando la relación entre los padres se vuelve insostenible, el divorcio es la mejor solución, ya que es la única forma de liberar a los hijos de un clima de peleas, rencillas o desamor que acaba siendo una situación traumática para los pequeños.