Son muchos los padres que tienen hijos adoptados y que, cuando el pequeño les hace la pregunta de por qué son diferentes o dónde nacieron y si su mamá notaba sus pataditas en la barriga, por ejemplo, no saben qué decirles y temen la reacción de los niños.
Y es que, hoy en día, hay muchas parejas que se decantan por esta vía, ya sea porque tienen problemas de fertilidad y no son capaces de conseguir ser padres biológicos, por problemas de reproducción o porque quieren mejorar la vida de un pequeño que vive en un centro de menores, en un orfanato e incluso en condiciones mucho peores.
De hecho, cada vez son más las parejas, por ejemplo homosexuales o las mujeres solteras que quieren ser madres y que, ante la imposibilidad de lograrlo, deciden adoptar.