Las relaciones no siempre funcionan como nos gustaría, hay ocasiones en que una pareja no puede mantener su convivencia, se separa y cada uno inicia su camino poniendo punto y final a la historia. Pero esto no puede suceder así cuando hay hijos de por medio, podremos hablar de un punto y final en la relación de pareja pero deberá ser un punto y aparte en la relación familiar.
La separación de los padres es motivo de sufrimiento para los hijos, hasta entonces tenían su modelo claro en el que cada uno, mamá y papá, desempeñaban sus papeles.
Pero ¿que ocurre cuando uno de ellos, normalmente el padre, se va de casa? Los papeles se descolocan, ¿quién me bañará ahora? ¿con quien jugaré a la pelota? Estas son las dudas y preguntas que acechan al niño y que hacen que se sienta inseguro y desconfiado.