Es importante que exista una buena relación entre padres e hijos, basada en la confianza, el cariño y por supuesto el respeto. Y es que, es importante que en dicha relación los padres establezcan los límites de dicha confianza, ya que, ante todo, el hijo debe tener claro que es su padre, una figura a la que respetar y que tiene autoridad sobre él.
Hay casos de padres e hijos que mantienen una relación prácticamente de amistad, en la que se cuentan sus problemas o inquietudes, hijos que recurren a su padre como un confidente y una persona que, por su experiencia, puede darle consejos y apoyarle en los momentos en que encuentre dificultades.
Y esta relación no tiene nada de malo, siempre que, el hijo entienda el papel que en dicha relación tiene su padre y él mismo.