Tipos de padres y la comunicación con sus hijos

Se oye mucho hablar de la necesidad de comunicarnos con nuestros hijos, dialogar, mantener conversaciones de las que ambas partes saquen provecho. Pero precisamente en este tema lo más fácil es eso, hablar. Ponerlo en práctica de forma efectiva es mucho más complicado y requiere de un verdadero compromiso, sobre todo por parte de los padres.

Hay muchos tipos de padres, a algunos les cuesta hablar con sus hijos y otros no dejan de sermonearles.

Aunque en general, los padres se comportan siguiendo una tipología básica, estarían los padres autoritarios, los padres indiferentes, los padres permisivos y los padres democráticos.


La comunicación de los padres con sus hijos


En lo que respecta a la comunicación los padres autoritarios serían los más alejados de ella. El nivel de exigencia de estos padres suele ser muy alto y esperan de sus hijos obediencia, sin que se cuestionen sus normas ya que ellos como adultos saben que es lo mejor para sus hijos. Puede que dejen una puerta abierta al diálogo pero en última instancia se hará lo que ellos opinen que es mejor. Por tanto en este caso no se produce una verdadera comunicación, el padre manda y el niño obedece.

Los padres indiferentes dejan libertad de acción a sus hijos, no tienen a su vez unas reglas claras y al igual que no les exigen nada tampoco suelen comportarse con sus hijos de forma cariñosa. Padres e hijos no comparten casi nada y cuando surge algún problema el adulto tiende a ignorarlo o minimizarlo lo máximo posible. Se deduce que aquí los padres no van a tener interés en comunicarse realmente con sus hijos, y cuando lo hagan será de forma superficial.

El padre de tipo permisivo se asemeja al anterior en el sentido de que deja hacer a sus hijos, no ejerce control sobre ellos, pero en este caso sí es afectuoso y le demuestra su cariño. El padre acepta el comportamiento de su hijo y es poco dado a los castigos, defiende más el uso de la palabra y son muy dados a dialogar con sus hijos, aunque se da una importante carencia de normas en su vida diaria.

Por último estaría el tipo de padre democrático. En este caso los padres no solo hablan con sus hijos e intentan llegar a acuerdos, también son exigentes y cuentan con una disciplina, que se debe seguir aunque no de forma autoritaria. Son padres que razonan con sus hijos y aplican normas que ellos puedan entender sin dejar que los niños hagan lo que quieran. Son a su vez afectuosos y están más a favor de reforzar que de castigar.


Generalmente los padres no son de un tipo, sino que poseen rasgos de varios tipos


No todos los padres se pueden incluir al cien por cien en una u otra de estas tipologías, pero lo cierto es que la gran mayoría tiene una tendencia clara hacia uno de estos comportamientos. Una vez se conocen es posible hacer examen de conciencia, evaluar que tipo de padre somos y hacia donde queremos ir si lo que buscamos es una comunicación real con nuestros hijos.

El trabajo debe comenzar pronto y mantenerse, no podemos ser autoritarios con nuestros hijos cuando son pequeños y querer cambiar a democrático cuando llegan a mayores. Es algo que a nosotros nos cuesta mucho y que ellos no acaban de ver claro porque ya tienen interiorizada una forma de relacionarse con nosotros. Si queremos dialogar debemos empezar desde que nacen.