Esta pregunta empieza a rondar por las cabezas de los padres cuando sus hijos manifiestan las primeras señales de autonomía e independencia. A partir de los 8 o 9 años ya “son mayores” y según ellos pueden quedarse solos en casa o volver del colegio sin nosotros.
No hay una edad determinada a partir de la cual los niños puedan empezar a moverse sin la presencia de los padres.
Este momento será diferente en función de cada caso, dependerá del tipo de educación que se les haya dado y de la personalidad del propio niño. Hay niños muy responsables y autónomos con 7 años, mientras que hay otros de 10 a los que no se les puede dejar solos ni un momento.