‘El mayor desprecio es no hacer aprecio’, esta frase hecha resume a la perfección como se puede hacer daño a alguien simplemente ignorando su existencia. Pensemos que nosotros mismos nos encontramos en esta situación, vamos a trabajar y nadie nos habla, no nos saludan, ni nos llamar para almorzar, pasamos el día rodeados de gente, viendo como hablan y se relacionan los demás mientras nosotros no sentimos completamente solos.
Es una situación dramática ¿cierto?
Pensemos ahora en esta misma situación pero aplicada a un niño, va a clase, se sienta en su sitio y nadie quiere hablar ni jugar con él, no le insultan ni le pegan, simplemente le ignoran ¿cómo acaba sintiéndose ese niño? Es un rechazo total y absoluto y como tal se puede catalogar de acoso escolar. El niño víctima del mismo acaba pensando que no vale nada, al fin y al cabo no le importa a nadie, puede llegar incluso a pensar ‘si al menos me insultaran significaría que saben que estoy aquí’.