Cuando pensamos en yoga no es precisamente la imagen de un grupo de niños practicando posturas a priori imposibles la que se nos viene a la cabeza. Esta disciplina asiática nos remite más bien a un grupo de adultos que dejan atrás el estrés de su vida diaria poniendo a trabajar su cuerpo y su mente.
Pero lo cierto es que el yoga puede ser también una buena actividad para los más pequeños de la casa.
El yoga tiene su origen en la India y está asociado a la meditación y a la comunión de cuerpo y alma, esto para aquellos que contemplan esta tradición desde un punto de vista religioso, para los no creyentes el yoga sería la disciplina con la que obtener un bienestar tanto físico como mental. Si hablamos de niños lo relacionado con la religión o las creencias se dejan de lado y lo importante es como se trabaja para obtener ese beneficio.